¿Cuáles son los riesgos de las lámparas UV utilizadas para la desinfección por COVID-19?
Las lámparas UVC utilizadas con fines de desinfección pueden presentar riesgos potenciales para la salud y la seguridad según la longitud de onda UVC, la dosis y la duración de la exposición a la radiación. El riesgo puede aumentar si la unidad no se instala correctamente o si la utilizan personas no capacitadas.
• La exposición directa de la piel y los ojos a la radiación UVC de algunas lámparas UVC puede causar lesiones oculares dolorosas y reacciones cutáneas similares a quemaduras. Nunca mire directamente a una fuente de lámpara UVC, ni siquiera brevemente. Si ha sufrido una lesión asociada con el uso de una lámpara UVC, le recomendamos que lo informe a la FDA.
• Algunas lámparas UVC generan ozono. La inhalación de ozono puede irritar las vías respiratorias.
• Los rayos UVC pueden degradar ciertos materiales, como plástico, polímeros y textiles teñidos.
• Algunas lámparas UVC contienen mercurio. Debido a que el mercurio es tóxico incluso en pequeñas cantidades, se necesita extrema precaución al limpiar una lámpara que se ha roto y al desecharla.
En un ejemplo reciente, los robots de desinfección UV de la empresa danesa UVD Robots pudieron conocer la distribución de algunos hospitales en China y detectar la presencia humana mientras realizaban sus tareas. Estos robots desinfectarían de forma autónoma áreas donde no estuviera presente el personal del hospital.
Portátiles o no, es importante utilizar los productos UVC con cuidado, especialmente en el hogar. Ningún dispositivo UVC portátil nunca debe apuntar en dirección al usuario. Lo más importante que hay que saber es que las radiaciones UVC afectan el ADN de todos los seres vivos, incluidos los humanos y los animales. Las cámaras de luces de los desinfectantes UV siempre deben ser cajas cerradas a prueba de fugas. Los usuarios deben asegurarse de que ellos o sus mascotas nunca estén expuestos a las radiaciones ultravioleta.